Una cosa que me apasiona es la posibilidad de crear Redes Sociales Virtuales, para realizar proyectos colectivos. Partiendo de un grupo de personas con un objetivo común, y apoyandonos de una metodología y una plataforma digital, podemos poner en marcha infinidad de iniciativas colaborativas. Un aula de aprendizaje digital, un espacio de participación ciudadana, una red de investigación médica, o un grupo multidisciplinar elaborando la estrategia integral de tu localidad.

Con ayuda del siguiente cuadro voy a intentar encuadrar algunas de las principales características de estos espacios online. Es muy esquemático y esta basado en lo que aprendí hace meses en el curso de Asociacionismo 2.0 del Citilab:


De forma muy resumida, podemos hablar de 5 puntos clave a tener en cuenta a la hora de crear una RSV:
  1. Un grupo de personas pequeño y funcional, conocido, motivado y comprometida en una labor concreta. Para que la RSV funcione, es importante que sea una audiencia activa tanto en internet, como en la temática que une al grupo. Es importante que el equipo adquiera progresivamente conciencia grupal de su potencial, y de como aprenden juntos en base a la inteligencia colectiva.
  2. Unos objetivos Comunes, basados en problemas o retos que todos comparten. Sobre esta realidad es necesario que concreten un propósito claro y funcional que los vaya guiando hacia un resultado o producto deseado. Los miembros del grupo sueñan juntos y están enfocados en una misión que los motiva.
  3. Una metodología de trabajo, diseñada para cada proyecto y cada grupo. Organizado por un equipo de gestión de la red que se crea para sostenerla. En toda RSV es fundamental una moderación que coordine los flujos de información y el debate de los miembros hacia los resultados deseados. La dinamización facilita energía al proceso de trabajo, y guía los pasos o tareas a ir realizando. Todo guía hacia fomentar la participación, la colaboración, el aprendizaje colectivo, la sostenibilidad de la información, y finalmente la obtención de los productos de conocimiento. Un elemento clave de la metodología es desarrollar síntesis de conocimiento y otros recursos, que rescaten lo más relevante de los debates y el aprendizaje. Todo ello para trabajar tanto en el corto plazo como en el largo plazo.
  4. Los Productos previstos por el grupo como resultado final de la labor. Es fundamental visionar en que consisten estos, para que el trabajo colaborativo no se disperse, y la metodología vaya encauzada. Este producto final puede tomar muchas formas: un documento estratégico, la realización de una actividad, una toma de decisiones, la generación colectiva de un audiovisual, etc.
  5. Una Plataforma Online que da soporte a toda esta metodología de trabajo, y donde el grupo puede debatir, interactuar, compartir recursos, aprender, etc. Para cada RSV se busca diseñar una plataforma usable y que sea coherente con los puntos anteriores. A diferencia de iniciativas que fijan una plataforma y la tratan de encajar con calzador en todos los proyectos, aquí se busca enlazar habilmente las características del grupo, los objetivos, la organización metodológica, la plataforma online, y los resultados deseados. En base a esto, puede diseñarse una plataforma integrada que auné por ejemplo un foro con varios hilos de debate y de síntesis de información, una wiki para compartir recursos o realizar documentos colaborativos, y una zona de archivo de documentos.
Esto es solo una introducción a las RSV, y esperamos que nos sirva para ir aplicandolo para diferentes proyectos colaborativos, tan necesarios en Palencia y Castilla y León. ¿Alguna idea o sugerencia?