15.12.10

Nuestro nuevo hogar en el centro de Palencia

Hoy estoy muy contento, ya que mi pareja y yo empezamos a vivir en nuestro nuevo piso en el centro de Palencia. Un sueño por fin materializado, tras semanas de búsqueda y acondicionado de un hogar con espacio para trabajar. Ya que, aparte de su uso como vivienda, nuestra idea es aprovecharla para pequeñas terapias y masajes, y también como oficina para continuar con estos proyectos locales por internet.

Ayer nos dieron el alta al gas natural, y hemos podido calentar la casa y cocinar nuestra primera tortilla de calabacin. Y hoy por la mañana hemos acondicionado la sala de masaje, y ahora por la tarde ya esta en marcha. Puedo usar internet sin tiritar de frío, y esta noche dormiremos por primera vez en el piso.

Me apetecía compartir con todos los lectores del blog esta noticia, ya que tiene mucho que ver con este espacio y de lo que hablamos. Pues, para generar lugares virtuales o redes sociales locales, es fundamental asentarse en espacios físicos, y de alguna manera interrelacionar estos, sin perder de vista que somos humanos con un cuerpo y unas emociones que tener en cuenta. Por eso, esta sencilla casa en  Palencia, quiere ayudar a relajar cuerpos, a dar calor a los corazones, y a unir las inteligencias locales.

Hoy iniciamos este camino emprendedor con muchas ganas y con todo el cariño de amigos que nos apoyais y dais calor. Gracias a todos, nos vemos por aquí al calor de una infusión.

3 comentarios:

  1. ¡Enhorabuena Nacho! Me alegro un montón de que te vaya bien y que de que puedas construir esos sueño mal llamados pequeños, son lo mejor de la vida. Un abrazuco fuerte.

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  2. Gracias Ruben. Si, esto es una maravilla. Es un sueño pequeño, artesanal, hogareño, que hace hermosa la vida. Aunque aun seguimos con el estress de acondicionar la casa y nos sentimos extraños a ratos, nos esta encantando las primeras horas viviendo aquí.

    Mirar por la ventana es una gozada, viendo pasar a la gente por la calle Mayor, los tejados del centro, el sol que penetra por los cristales (a pesar del frío exterior), ... Son todo sensaciones profundas como de ser parte de algo más grande. [Ruben, me gusta la naturaleza y lo rural, pero en estos momentos de invierno me llega mucho la energía humana de esta pequeña ciudad de provincias, me siento como protegido y compartiendo]

    Vivimos cerca de amigos, encima del negocio de otro amigo, a dos pasos del centro de Yoga donde vamos, con tiendas pequeñas por todos lados algunas de ellas regentadas por conocidos.

    Respiro la ciudad y me reconforta el alma.

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  3. Tus palabras me traen recuerdos de mis diez inviernos castellanos, concretamente en Salamanca. Aunque he vuelto a mi hogar, recuerdo con un inmenso cariño ese frío duro y luminoso y el Tormes, maltratado pero querido. Gracias por provocar a mi memoria.

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